LOS LOCOS BAILAN ANTE 600 PERSONAS EN FUENTE CARRETEROS

La Plaza Real de Fuente Carreteros se vistió de gala un 28 de diciembre más para albergar la fiesta popular más pintoresca y singular de toda La Colonia de Fuente Palmera. El Baile de los Locos y la Danza del Oso reunieron a más de 600 personas, la mayoría visitantes y turistas, para presenciar este espectáculo folklórico-religioso con un marcado carácter histórico que lleva celebrándose de forma ininterrumpida desde 1982, cuando se recuperó por iniciativa de antiguos danzantes. Los protagonistas del baile son seis hombres, Alfonso, Carlos, Cristian, Ricardo, Abraham y Samuel, que componen la locada, cuyo ritual comenzó a las diez de la mañana para enfundarse la colorida vestimenta con la ayuda de familiares, amigos y una persona encargada de sujetar con hilo las cadenas, broches, moñas y cintas que cuelgan del traje. Dos horas y media después, acompañados por los escopeteros, los locos se encaminaron hacia la plaza para iniciar el baile bajo la orden del capitán de espadas, donde el numeroso público ya había degustado gran parte de los 20 kilos de pestiños y de los 16  litros de anís ofrecidos por gentileza del ayuntamiento con la colaboración vecinal. La coreografía consiste en danzar haciendo variados y complejos cruces al tiempo que mantienen los brazos en alto tocando las castañuelas. El inicio y final de las tres piezas que componen el baile, denominadas marías, lo marcan los escopeteros disparando al aire con sus trabucos. El objetivo de los locos es proteger a la figura de la loquilla, encarnada por el joven Nono y que representa la inocencia de los niños víctimas de la matanza de Herodes, que como dice la historia, mandó asesinar a todos los recién nacidos el día que con el tiempo se instauró como de los Santos Inocentes. Tras el Baile de los Locos comenzó la Danza del Oso, donde José, el vecino disfrazado de este animal, irrumpió en los corrillos de niños intentando asustarlos e intimidarlos, mientras estos lo azotaban para espantar los malos augurios.
Después de la representación en la plaza, y como manda la tradición, los locos se dirigieron a la casa del danzante más veterano, José Díaz Rossi, de más de 80 años, donde volvieron a escenificar el baile rindiéndole homenaje. A continuación, recorrieron algunos bares de la localidad y concluyeron la jornada festiva en la Casa Grande, donde se ofreció un potaje para todos los vecinos y visitantes.
José Manuel Pedrosa, alcalde de Fuente Carreteros, quiso destacar esta fiesta como “única y singular en el entorno, que se organiza gracias al esfuerzo de todo un pueblo y que se ha convertido en su seña de identidad”. El Baile de los Locos, que fue declarado de Interés Turístico Nacional en Andalucía en el año 2000, pretende recuperar esta distinción que perdió en 2007. El pasado 30 de octubre, la Junta de Andalucía admitió un nuevo expediente que solicita de nuevo esta catalogación. Pedrosa ha mantenido algunas reuniones con la Delegada de Turismo, María de los Santos Córdoba, con el deseo de que “las administraciones traten con cariño este tipo de tradiciones y ayuden a que permanezcan”. En este sentido, la Diputación de Córdoba ha manifestado su intención de potenciarlas e incluso llevar a cabo un proyecto en común del Baile de los Locos y las danzas características que se celebran en Fuente Tójar y Obejo.
Fuente Carreteros es el único pueblo de la zona colonial que conserva esta tradición, que se ha ido perdiendo con los años en otras localidades como La Luisiana, Cañada Rosal, San Sebastián de los Ballesteros, La Carlota, Fuente Palmera, Peñalosa y La Herrería.

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